En el presente artículo, la autora aborda el concepto de liderazgo y su evolución, destacando la importancia de la “humanización” de la gestión y el desarrollo de habilidades personales para liderar. Asimismo, centrándose en la esencia del ser humano, explora diferentes estilos de liderazgo, precisando que el liderazgo transformacional está relacionado con la gestión del conocimiento y el liderazgo empoderado.
Cuando mencionamos el concepto de “liderazgo”, lo primero que se nos viene a la mente es que esa persona (o líder) está a cargo de otras personas, y que además debe ostentar un cargo. Sin embargo, ¿ello es lo que otorga el calificativo de líderes? A lo largo de las últimas décadas, y con mayor incidencia en pandemia y pospandemia, como parte de la “humanización” de la gestión, tanto a nivel privado como público,[1] el concepto de liderazgo ha venido transformándose, dado que esta búsqueda de “humanizar” la figura del líder requiere contar con determinadas habilidades para ello, siendo el punto de inflexión el partir de la esencia del ser humano, y no de sus habilidades académicas.
La responsabilidad para dirigir personas involucra el desarrollo de habilidades personales que nos lleven a los resultados esperados, y ello hoy día no solo apunta al contenido económico, sino también al valor agregado que la parte humano-emocional le impregna al ejercicio del liderazgo.
Estilos de liderazgo
Frente a diversas formas y estilos de adoptar el liderazgo, se nos muestra una serie de habilidades que resultan esenciales para poder transitar a un liderazgo que no solo sea consciente, sino que también nos lleve a formar y transformar personas.
Los estilos de liderazgo buscan recordarnos que dirigimos personas, mostrando qué formas delinean el patrón de comportamiento del líder. Por ende, para que ello sea efectivo, también resulta relevante preocuparnos por la actitud del colaborador, la percepción sobre la organización y la satisfacción laboral.
En esa línea, los estudios recientes indican que el estilo de liderazgo transformacional está mucho más conectado a la gestión del conocimiento y liderazgo empoderado. De manera similar, el liderazgo de “dejar hacer” o el liderazgo paternalista se encuentran más relacionados con los estereotipos de género, el agotamiento emocional y el desempeño de las organizaciones.[2]
Así las cosas, hay mucho que aprender de parte de los gestores y mucho más para investigar sobre el liderazgo y las organizaciones, y su adaptación y efectividad para unos y otros.
Pero entonces, ¿qué habilidades podrían llevarnos a ello? Como hemos advertido, la “humanización” del liderazgo nos lleva a pensar en habilidades como, por ejemplo, el carisma, la humildad y ser inspirador para el equipo.[3] El desarrollo del contenido de estas habilidades nos podría llevar por aspectos a revisar desde la psicología, la filosofía, e incluso la antropología y la sociología, sumado a un componente monetario expresado en la economía del comportamiento, que brinda un valor fundamental al ejercicio del liderazgo.
Así las cosas, tenemos un desafío por delante y este se encuentra en nosotros mismos: desarrollar las mejores habilidades que, como seres humanos, nos hagan mejores líderes. Un líder solo será capaz de poder desarrollar un equipo siempre y cuando primero se haya desarrollado a él mismo, y así guiar e influir en los demás. No olvidemos que por sobre todo somos personas, y es a partir de nuestra condición humana que el liderazgo se materializa.
Carmen Beltrán
Funcionaria Pública del Ministerio de Educación. Líder del Comité Women in Public de WCP
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[1] Díaz Sarmiento y González-Barranco. Humanización, habilidad y horizonte: tres necesidades organizaciones visibles posteriores al COVID-19. Colombia, 2020- 2021.
[2] Dhanija, Pavitra. Technology and Leadership Styles: A Review of Trends Between 2003 and 2021. Fortune Institute of International Business. New Delhi, India, 2023.
[3] https://blog.educaweb.mx/habilidades-lider-transformador/. México, 2023.
