En WomenCeo Perú, hemos planteado este título para dar a conocer nuestra posición sobre la situación actual. Diversas miembros de la organización, estarán escribiendo en las próximas semanas aportando ideas, compromisos y por supuesto, proyectando esperanzas.
La RAE define la adversidad como “situación contraria o poco favorable”. Qué duda cabe que el COVID19 ha sido el hecho más adverso de lo que va este siglo en el mundo. Con poco mas de 5.9MM de casos y 364,000 muertos a nivel mundial, no tenemos visos de solución en corto plazo. Se estima que se perderán 195MM de empleos (OIT, Abril’20) y hoy por hoy es una amenaza a nuestras vidas, estabilidad económica y a las perspectivas tal como las teníamos proyectadas.
Estoy convencida –y la historia lo confirma- que las transformaciones más importantes y profundas ocurren cuando se presentan situaciones de crisis extrema, que crean la presión capaz de generar una agenda política de reformas (Kung, 2020). Y espero que esta crisis mundial en lo social, económico y cultural traiga consigo una nueva ética global que privilegia a la persona por encima de todo.
El 06 de Marzo el Gobierno peruano informó sobre el primer caso COVID19 y para el 10 estaba programada nuestra fiesta anual por el 5to. Aniversario de WomenCeo Perú donde presentaríamos una Guía que elaboramos sobre la base de un proyecto de la International Finance Corporation, con el esfuerzo de nuestro equipo y de nuestro aliado PWC a la que llamamos “Los pasos de la diversidad hacia los Directorios”; con más de 200 confirmaciones incluyendo autoridades, decidimos cancelar el evento para evitar la propagación. Desde entonces, meditando cómo nuestra normalidad cambiaba, adoptamos una nueva que nos ha llevado a estar más cerca de nuestros miembros y en general la comunidad por el CAMHVI@ que impulsamos en WCP: el soporte informativo y personal por vía virtual.
Todas las semanas difundimos contenido de impacto para estos tiempos complejos y de múltiples sentimientos encontrados, privilegiando que la incertidumbre también se puede constituir en una posibilidad de ser mejores.
Y aquí va mi mensaje a todas las personas que lideran o formen parte de organizaciones: meditemos que pasó, que contribuyó a generar que un país que reaccionó con medidas tan duras al inicio, hoy se constituya en uno de los 5 países en el mundo con más afectados. Está en nosotros, en nuestra forma de gestionar nuestra institucionalidad empresarial, probablemente, en que somos un país compuesto por personas individuales, que no hemos logrado forjar un apego de grupo, con nuestra sociedad. En el Perú, con todas las características diferenciales y extraordinarias que tiene, no tenemos una mirada como en Derecho hablamos pro homine o pro persona, es decir, que en todo acto y decisión privilegiemos a la persona humana en su condición única e irremplazable, a nuestro colaborador, a nuestro consumidor no porque que compre nuestro producto, sino por lo que realmente reciba de él. La ética empresarial, hoy está puesta en manifiesto y estoy segura que destacarán aquellas organizaciones que más allá de sus intereses corporativos (y que duda cabe que tras casi 3 meses de suspensión de operaciones entrarán al mercado con todo) medirán el impacto de sus decisiones respecto al derecho de los demás, un legítimo derecho a una vida saludable, a un trabajo decente, a un comercio justo. Y serán aquellas que pondrán especial atención en su gestión de riesgos y cómo a partir de ello, contribuir a legalizar, formalizar y por qué no contribuir a que sus proveedores adopten buenas prácticas de gestión. Porque, la informalidad cultural que ha surgido de la económica, ha sido en buena cuenta una de las principales causantes de esta crisis grave que vivimos en el Perú. En este tiempo de “nueva normalidad” que tanto se habla, las empresas que se enfoquen en los factores ESG (ambiental, social y gobernanza) fortalecerán más su reputación y soporte de marca. Es por ello que creo que esta adversidad puede convertirse en una oportunidad para crear real institucionalidad empresarial a través de un liderazgo inclusivo, lo cual contribuiría a un país y una sociedad desarrollada.
Quiero aprovechar este párrafo final, para felicitar a toda la comunidad de WOMENCEO Perú por estos cinco maravillosos años de desarrollo en el país. La contribución que todas(os) y cada una(o) de sus miembros hemos brindado en el campo del fortalecimiento de capacidades (con nuestro WomenCeo Program y Women Development Program con más de 300 alumnas a la fecha); la investigación sobre la presencia de las mujeres en la alta dirección; en la contribución a la diversidad y profesionalización de los Directorios que estamos haciendo a través de nuestra Plataforma de Directores Perú; en nuestra Iniciativa 30%al2030 que cada año viene logrando más adeptos; en nuestros encuentros y múltiples actividades anuales que hacemos y hoy de manera virtual con más presencia incluso que antes (con 19 webinars a la fecha!), hace de nuestra organización lo que somos, una espacio de acción consistente que está contribuyendo con el crecimiento de nuestro país. Porque, como dice el título esta es una oportunidad para seguir creciendo a partir de la adversidad.
Cecilia M. Flores
Presidenta Ejecutiva WomenCeo Perú