En el presente artículo, la autora aborda la difícil pregunta de cómo las ejecutivas pueden lograr un equilibrio entre su vida profesional y personal, destacando además la importancia del respaldo de los líderes en su desarrollo y la necesidad de alentar una educación financiera para lograr una presencia de mujeres más fuerte en el mundo de las inversiones, proponiendo algunos objetivos e iniciativas en pos de una mayor igualdad de género.
Esta es una pregunta que solo la pueden contestar las profesionales que han desarrollado sus carreras en el retador y competitivo mundo de las inversiones, y las respuestas pueden ser tan diversas como la formación universitaria que eligieron, las especializaciones que alcanzaron, las organizaciones a las que se incorporaron, los líderes y colegas con quienes trabajaron, los equipos/personal que le reportaron, si eligieron casarse, tener hijos, practicar deportes, etc.
Cada factor, jugando a favor o en contra, las ha llevado a una carrera de alta velocidad con obstáculos en el camino que implican incluso renuncias a nivel personal o, en el caso opuesto, teniendo el apoyo en los diferentes frentes que les permitieron lograr etapas exitosas en equilibrio personal-laboral. ¡Difícil, pero no imposible!
En la película No sé cómo lo hace, protagonizada por Sarah Jessica Parker en el papel de Kate Reddy, una ejecutiva exitosa, esposa y madre que se esfuerza todos los días por encontrar un balance entre su vida profesional y personal, encontramos muchas respuestas interesantes:
- No buscar la perfección en todo.
- Actitud positiva frente a comentarios negativos.
- Empoderar a las personas que te apoyan en tu trabajo y en tu hogar.
- Priorizar siempre los eventos familiares.
- Ser tú misma, las comparaciones solo como inspiración.
- Saber decir “no”.
- No renunciar a tus sueños.
- No dejar pasar comentarios sexistas que no se los harían a un hombre, entre otros.
También se puede apreciar la importancia del respaldo de los líderes que conocen la situación personal y/o familiar de la ejecutiva, pues ellos son facilitadores de su desarrollo más allá de las barreras circunstanciales que se puedan presentar o que sean parte de su ciclo de vida. Desde mi experiencia en Recursos Humanos, he podido ver cómo se ha perdido talento femenino por no identificar a tiempo los factores limitantes, así como lo efectiva que ha sido la retención al diseñar un plan de carrera que contemple mentoría, coaching, stages, networking, talleres e inclusive licencias más allá de los tiempos legales. Es una apuesta por el futuro de la ejecutiva en la empresa, un win-win.
Propuestas para una mayor presencia en el mercado
En el mercado de capitales, la negociación de activos a más largo plazo incorpora un mayor riesgo, debido a que se ha asociado históricamente a un mundo de hombres, como ha sucedido, por ejemplo, con la industria de la aviación. No existe una educación financiera correcta cuando hablamos de mujeres y mercado de capitales. Es importante que desde los colegios se incentive, hoy que la tecnología lo permite, el conocimiento de las finanzas básicas vía módulos iterativos que despierten el interés en estas y seguir en las universidades con acceso a juegos de bolsa que deberían ser parte de toda currícula, ya que tarde o temprano toda persona se verá involucrada en decisiones financieras.
Por eso, es necesario poner mucho foco en acercar a las mujeres al mundo de las finanzas, para que se sientan atraídas e identificadas, y descubran que sí pueden dedicarse y desarrollarse en posiciones relevantes de la banca corporativa, banca de inversiones, finanzas corporativas, fondos de inversión, bolsa, fintech, entre otras.
Necesitamos acelerar esta presencia femenina y, por eso, es importante la acción. Incluir mujeres en posiciones directivas tiene un impacto positivo en el mercado, incrementando indicadores como el PBI, la productividad, el retorno de inversiones y promoviendo organizaciones excelentes. Las bolsas de valores tienen, por su gestión de la interacción entre empresas e inversionistas, la gran posibilidad de influir en los mercados de capitales y disminuir la brecha de género. Ello debe implicar un plan que considere objetivos, políticas, métricas, capacitación y reconocimiento, así como comprometer a las empresas a que su oferta laboral, al igual que su oferta de productos y/o servicios, siempre tenga presente la igualdad de género.
Hoy es alentador ver alianzas estratégicas para lograr estos objetivos de manera sostenible, como la realizada entre Bursen-BVL y Women CEO Perú, a través de las ruedas de bolsa para mujeres; o el Estudio sobre participación de mujeres en directorios de las empresas del mercado de valores, con la participación de Women CEO Perú, IFC y PwC, de gran valor para trazarnos objetivos bien sustentados. ¡Sigamos avanzando!
Rina Alarcón.
Asociada de Womenceo Perú y Gerente General Ética RH.
