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Artículo

Adecuación a las nuevas megatendencias: Finanzas sostenibles en el marco de la gobernanza

Artículo escrito por Delia Romero para la revista Procapitales

En el presente artículo, la autora explica cómo las denominadas finanzas sostenibles vienen adquiriendo un creciente espacio como parte de las estrategias empresariales que incorporan los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG), en el marco de la prevalencia de un conjunto de megatendencias que influyen en la generación de nuevas opciones de inversión, al tiempo que destaca el rol que le corresponde a los directorios de empresas en la toma de decisiones para la implementación de prácticas ASG.

En los últimos años, las inversiones sostenibles han tenido un notable crecimiento, llegando en algunos casos a ofrecer rentabilidades iguales o mayores a las de inversiones tradicionales. Este crecimiento se aceleró durante la pandemia, cuando se evidenció que los aspectos medioambientales y sociales tenían un impacto directo en los negocios. Como resultado, se fue haciendo tendencia que muchos inversionistas trasladaran su capital de los fondos tradicionales a los no tradicionales.

Las finanzas sostenibles son inversiones que combinan rentabilidad financiera con un impacto positivo en aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Se enfocan en proyectos y empresas éticas y responsables, que procuran un equilibrio entre el beneficio económico y el beneficio para la sociedad y el planeta. Estas finanzas buscan promover la sostenibilidad a largo plazo invirtiendo en empresas que adopten tales prácticas, es decir, hacen inversiones sostenibles.

En este contex to, la influencia de las megatendencias (medioambiente, tecnología e innovación, cambios demográficos, etc.) y las t e n d e n c i a s e m e r g e n t e s ( m e t a v e rs o, ciberseguridad, etc.) ha dado lugar a una variedad de fondos y ETF (Exchange Traded Funds). Estos fondos temáticos atraen a inversionistas debido a su elevado potencial de crecimiento, su compromiso con valores éticos sin renunciar a las ganancias y su capacidad para diversificar las carteras. En estos fondos, las empresas se centran en su impacto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), su influencia a nivel global y su relevancia en las dimensiones ASG.

Hoy los hábitos de inversión tienden hacia una mayor conciencia de los factores intangibles y una mayor demanda del mercado por sostenibilidad. Las buenas prácticas ASG no solo mejoran las relaciones con los inversionistas, sino también atraen capital. Según McKinsey, las inversiones sostenibles en América Latina han crecido un 68% y ahora superan los USD 30 mil millones a nivel mundial. Sin duda, existe una gran oportunidad para la inversión sostenible en la región.

Los inversionistas utilizan estrategias de inversión sostenible que van más allá de los criterios ambientales y sociales, centrándose cada vez más en la gobernanza. Quieren comprender cómo las empresas logran sus resultados, con la garantía de que se han guiado por criterios éticos y que la creación de valor será sostenible a largo plazo. Sorprendentemente, la gobernanza parece ser el criterio ASG que a menudo se relega en las finanzas sostenibles, pese a ser el pilar que sustenta los criterios medioambientales y sociales.

La tendencia en el mercado de inversiones se inclina hacia empresas transparentes, donde la gobernanza adquiere vital importancia. La forma en que las empresas cumplen con sus obligaciones hacia las partes interesadas se refleja públicamente y tiene un impacto directo en su reputación y confianza. La gobernanza impulsa la transparencia, la integridad y la legalidad, lo que brinda una mayor protección a los inversionistas y contribuye a fortalecer la confianza.

Rol de los directorios

Naciones Unidas, consciente de la importancia de la gobernanza, proporcionó a las empresas, el año pasado, una herramienta para fomentar una gobernanza transformadora. En palabras de Cristina Sánchez, directora ejecutiva del Pacto Mundial de Naciones Unidas España: «En estos momentos de dificultad e incertidumbre, necesitamos empresas que promuevan un liderazgo ético y generen confianza entre las instituciones públicas y privadas y la sociedad civil. Es decir, que aporten solidez al sistema asumiendo desde la alta dirección una gobernanza transformadora que fomente una cultura de integridad, equidad e inclusión más allá del formalismo legal: preguntándose no solo qué es legal sino qué es lo correcto.»

El compromiso de los directorios de tomar decisiones para facilitar la generación de valor en las agendas ASG a largo plazo es el reto. Es necesario un directorio con conciencia, ágil, diverso, inclusivo, disruptivo, innovador, que vaya ganando conocimiento y habilidades, proactivo y siempre con una mirada hacia el futuro.

No es posible lograr finanzas sostenibles verdaderas si no se internaliza la importancia de la gobernanza en las organizaciones. Por lo tanto, es fundamental incorporar la gobernanza en la estrategia del directorio y adoptarla con un enfoque estratégico sólido, generando cultura de gobernanza, ya que su adopción es sinónimo de una gestión empresarial eficaz.

Delia Romero

Gerente General Adjunta Insales Capital. Asociada de WomenCEO Perú y Miembro de la Plataforma de Directores Perú.