La ley que prohíbe por tres años la migración de profesionales del sector privado al público no reducirá por si sola los conflictos de interés.
La ley de “puertas giratorias”, que regula una “etapa de enfriamiento” de tres años durante los cuales los profesionales provenientes del sector privado están impedidos de servir en el público, no garantizara necesariamente menos casos de conflictos de interés en consejos directivos, salas especializadas o tribunales de resolución de controversias. Asimismo, producirá una menor capacidad técnica y de gestión en entidades estatales.
Esta norma producirá que menos profesionales idóneos entren al sector público, especialmente a organismos reguladores y especializados. En estas instituciones y, en particular en caso del Indecopi, sus profesionales requieren un entendimiento especifico del ámbito privado. La interacción transparente con el mismo es fundamental y, de cierta manera, legitima la imparcialidad de sus decisiones. Una exclusiva representación de funcionarios públicos sin practica privada derivaría en normativas menos objetivas.
Asimismo, los conflictos de interés derivados de puertas giratorias son atemporales y pueden darse de manera indirecta o por “la puerta trasera”. Así como se puede incidir en un comisionado, vocal o director actualmente, también sería posible hacerlo si estos fuesen funcionarios públicos a tiempo completo. Esto depende de la ética personal y de los mecanismos de prevención, independencia y transparencia.
Sin embargo, los aspectos de transparencia e independencia no están suficientemente desarrollados. La ley solo indica que, para contratar con una entidad pública, se requiere presentar previamente una declaración jurada sobre prohibiciones e incompatibilidades, materia de la que ya está a cargo la Contraloría. Esto generaría una duplicidad, ineficiencia y confusión adicionales.
Fortalecer las oficinas de integridad y de procesos administrativos disciplinarios de las instituciones, así como transparentar completamente los criterios y procesos de selección, contribuirán más efectivamente a prevenir y gestionar posibles conflictos de intereses. En países como el Perú, las ‘cuarentenas’ son útiles siempre y cuando se complementen con otras medidas. El Estado necesita reclutar a profesionales idóneos técnicamente, con vocación y luchar contra la captura de la decisión publica y la corrupción.
Hania Pérez de Cuéllar.
Expresidenta de Indecopi.