En el 2014, Emma Watson, reconocida actriz por su papel en la película Harry Potter, conmocionó al público en el lanzamiento de la campaña HeForShe (ElParaElla).
Lo más impactante de su discurso fue la aplastante realidad de que “los hombres tampoco gozan de los beneficios de la igualdad”, así por ejemplo: la sociedad valora mucho menos el papel del hombre como progenitor (tanto así que los días de ley por paternidad es significativamente menos que los de maternidad); ante una vulnerabilidad tienden a no pedir ayuda por temor a parecer menos “machos” y se presionan a sí mismos para ser el principal proveedor económico del hogar.
En su discurso, Emma enfatizó: “No es frecuente que hablemos de que los hombres están atrapados por los estereotipos de género, pero veo que lo están. Y cuando se liberen, la consecuencia natural será un cambio en la situación de las mujeres. Si los hombres no necesitaran ser agresivos para ser aceptados, las mujeres no se sentirían obligadas a ser sumisas. Si los hombres no tuvieran la necesidad de controlar, las mujeres no tendrían que ser controladas. Tanto los hombres como las mujeres deberían sentir que pueden ser sensibles. Tanto los hombres como las mujeres deberían sentirse libres de ser fuertes. Ha llegado el momento de percibir el género como un espectro y no como dos conjuntos de ideales opuestos”.
En mis primeros años de experiencia como madre de un niño, constantemente escuchaba a las madres de niñas preocuparse por que sus hijas no se crean el concepto de que serán “rescatadas por el príncipe azul de los cuentos” y a muy pocas como yo, preocuparse porque sus niños no se presionen con el mandato que deben ser “los superhéroes siempre fuertes salvadores del mundo”.
Y es que aún no somos conscientes de que no es suficiente fortalecer a nuestras niñas para enfrentar las barreras de un mundo aún machista, sino que es nuestro deber también formar niños que abracen su propia humanidad sin estereotipos. En esa misma línea, las empresas no hacen lo suficiente si solo convocan a las mujeres a participar de los eventos por el día internacional de la mujer, pues solo se logrará un verdadero cambio si los hombres también se comprometen. Parafraseando a Emma: para que sus hijas, sus hermanas y sus madres puedan vivir libres de prejuicios, pero también para que sus hijos tengan permiso de ser vulnerables también. En suma, para que todos y todas alcancemos una versión más auténtica y completa de nuestra humanidad.
Mariela Araoz.
WomenCeo Perú
