En el presente artículo, la autora expone sobre las acciones que hacen falta implementar para aumentar el nivel de participación femenina en la alta dirección, cuyo progreso viene siendo lento con miras a alcanzar la meta aspiracional “30% al 2030, camino a la paridad”, planteando una invocación a todos los actores involucrados para unir esfuerzos, ya que solo así se percibirán las ventajas de la diversidad de género en los directorios.
Pese a que las “buenas prácticas del gobierno corporativo” y diferentes investigaciones demuestran que la adopción de políticas de diversidad -en general- y de género -en particular- pueden redundar en diferentes beneficios para las empresas (incluso económicos, por el aporte de las perspectivas divergentes), el progreso es muy lento, por lo que aún hay mucho camino por recorrer.
Aspecto clave: el compromiso
Aunque existen diversas explicaciones para esta situación, lo real es que hay buenas intenciones pero poco compromiso. Por ello, lo que falta es añadir –a las políticas– acciones, presupuesto y los cambios culturales necesarios para una buena implementación de lo que generalmente se menciona en los anuncios como apoyo a la inclusión y diversidad en general.
En el estudio Mujeres miembros de directorios de las empresas en el mercado de valores peruano 2018, elaborado conjuntamente por PwC, CentrumPUCP y Women CEO, se menciona que las empresas tienen como uno de sus principales objetivos la captación de profesionales altamente calificados, con experiencia, con una sólida formación académica y altas competencias. Sin embargo, es importante resaltar que el talento no tiene género, por lo que no considerar esta realidad y, en cambio, optar por modelos no inclusivos al momento de cubrir puestos de dirección en las empresas, podría afectar adversamente su desarrollo, principalmente en aspectos de competitividad, pues la inclusión es una tendencia real y en crecimiento. La incorporación de diferentes perspectivas al momento de tomar decisiones en los directorios y el acceso a talentos diferenciados mejorarán el desempeño de la alta dirección.
En 2018, Women CEO lanzó la iniciativa del 30% al 2030, una meta aspiracional que busca contar con más mujeres en todo aquel espacio de toma de decisión, tanto en el sistema privado como el público. De acuerdo con diferentes estudios e investigaciones especializadas, es a partir de ese porcentaje de participación de mujeres en directorio y alta dirección que las organizaciones comprobarán las ventajas de la diversidad de género.
Como una medida concreta para alcanzar dicha aspiración, se implementó la Plataforma de Directores Perú (www.plataformadirectoresperu.com), el único portal web que vincula candidatas/os con empresas. Asimismo, promueve a mujeres y hombres identificados con la conciencia de género y la conducta empresarial responsable.
Para postular a la Plataforma de Directores se definieron tres perfiles, de los cuales los candidatos deben cumplir satisfactoriamente al menos con uno de ellos: por experiencia, por suficiencia o como experto.
Luego de ingresar sus datos y documentarlos, pasan por los filtros que las normas vigentes de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) señalan para la calificación de la condición de director independiente. De estar todo conforme, la solicitud pasa al Comité de Evaluación Independiente, conformado por representantes de firmas distinguidas, quienes evalúan toda la información y finalmente deciden sobre su incorporación.
La Plataforma cuenta adicionalmente con una línea formativa permanente y actividades propias para miembros directivos, como cursos de actualización, simulación de directorios, entre otros.
Iniciativas como la antes mencionada no solo son un compromiso, sino una realidad de medidas concretas para aportar a la visibilidad de mujeres profesionales que cuentan con los requisitos para asumir los puestos de liderazgo y, por tanto, contribuir a las empresas.
Las medidas para incrementar la participación de mujeres en cargos directivos debe ser complementada con diferentes acciones. Estas deben ser variadas, consistentes, continuas, expuestas en nuestras labores cotidianas y expresadas en todos los foros en los que participemos. Asimismo, debemos convocar a aliados que tengan una verdadera conciencia de género. Todo ello es más que solo sororidad: involucra romper estereotipos, cambiar fuertes conceptos culturales, desarrollar un conjunto de acciones en aspectos de formación, capacitación, de habilidades de comunicación, entre otros aspectos.
En suma, el trabajo individual y en conjunto es un compromiso de todos. Los beneficios se darán e implicará la convicción de que incluir profesionales capacitados -y en especial a mujeres en los directorios- fue una acertada decisión. Pero debemos seguir en esa tarea, ya que todavía resta mucho por lograr. Empecemos a apoyar y trabajar por la meta aspiracional del “30% al 2030, Camino a la Paridad”
Carmen Moscoso.
Asociada WomenCeo Perú y líder del comité Plataforma de Directores Perú
